Como todos los grupos étnicos, los asiáticos tienen su cuota de prejuicios y estereotipos. Y la sexualidad no es una excepción. Si algunos de ellos son ciertos, otros son completamente falsos pero aun así persisten.

Antes de desmontar los conceptos erróneos que se pueden tener sobre las mujeres asiáticas, podemos echar un vistazo a los que conciernen a los hombres. Se podría pensar en la más común, la que afirma que los asiáticos tienen el pene pequeño. En realidad, nada lo demuestra. Los estudios realizados sobre el tema se refieren a personas voluntarias y a una parte muy pequeña de la población. Así que no es realmente revelador. Aunque algunos patólogos han observado penes más pequeños en Corea del Sur que en Estados Unidos, por ejemplo, no se pueden hacer comparaciones reales.

También pensaremos en los japoneses, de los que se piensa que son todos perversos. Gracias a los manges por popularizar la idea. Al mismo tiempo … Burusera: coleccionar ropa interior de colegialas; gōkan play: escenas de violación simuladas; bukkake: eyaculación colectiva sobre un individuo … «Retorcidos» conceptos venidos directamente de Japón, hay muchos como en un shokushu gōkan, género erótico en el que monstruos tentaculares se enamoran de una mujer. A todo esto se suman muchos casos de acoso sexual en el transporte público… Pero si nos ceñimos a las cifras, según un estudio de 2015 publicado por el Instituto Nacional de Investigación sobre Población y Seguridad Social, en diez años la proporción de hombres de entre dieciocho y treinta y cuatro años que nunca han mantenido relaciones sexuales ha pasado del 32% al 42%, y las mujeres del 36% al 44%. Pero eso no significa que estén reprimiendo su sexualidad. Según otro estudio de 2019 (realizado por la editorial científica británica BMC Public Health) sobre la inexperiencia sexual de los jóvenes japoneses, el 80% de los encuestados afirma que su inexperiencia sexual no es voluntaria. No consideran el sexo una prioridad en sus vidas. Así que tendremos que volver al lado perverso.

Finalmente, el último estereotipo masculino que voy a derribar: los hombres homosexuales son pasivos en las relaciones. Enorme cliché. ¿Por qué habría de ser diferente en Occidente? Hay de todo, como en nuestro país. Sigamos.

Ya está, para que no te pongas celoso ahora que voy a abordar 3 estereotipos sexuales completamente falsos sobre las mujeres asiáticas. Allá vamos.

1 – Las mujeres asiáticas son sumisas

O dócil, el término que prefieras. Sólo de pensarlo me entra la risa. Así que, para darte una primera idea, suelen representarse con flores (chica) y un dragón (mujer). Se convertirían en dragón una mujer casada. En todos los sentidos de la palabra. Esto sugiere un poco de carácter. Prueba a salir con una mujer asiática, ya verás.

Sin embargo, lo que es cierto es que suelen ser modestas, lo que es muy distinto en la realidad. Y celosas. Porque en su cultura, el amor debe ser verdadero y, por tanto, intenso. En la tradición, se les educa para mantener el hogar como una auténtica pequeña hada de interior. Además, en la idea popular, las mujeres asiáticas son blandas, traviesas, sumisas, tímidas y un poco ansiosas, rápidamente tranquilizadas por los maridos grandes y fuertes.

Estas imágenes proceden seguramente de la época de los primeros viajeros que contaban sus historias una vez de vuelta a casa, con toda la ignorancia cultural de la época. Estas historias se veían reforzadas por las estampas japonesas, la literatura erótica y la moral liberada que habían observado en Asia, escandalizando su puritanismo cristiano. El arte desempeñó así un gran papel en la creación de estos estereotipos.

Signo de la globalización, según las estadísticas del sitio pornográfico Pornhub, de los diez términos más buscados en 2019, cuatro tienen un vínculo con Asia. «Japonés» incluso encabeza este ranking, que sin embargo debe ponerse en perspectiva con una explosión del tráfico del sitio en Japón. Sin embargo, el avance más impresionante procede de Estados Unidos, donde «asian» salta catorce puestos al pie del podio, justo detrás de «ebony», y por delante de «latina», otros dos términos con referencias étnicas.

2 -Las asiáticas tienen la vagina más estrecha

Uf, me voy a ahogar de risa. De verdad. Este es mi estereotipo favorito. Sobre todo cuando conoces bien el cuerpo femenino. Daremos las gracias a la película Full Metal Jacket con la famosa escena en la que la prostituta vietnamita se niega a acostarse con un soldado afroamericano porque tiene el pene demasiado grande. Gracias a él, esa imagen de la mujer asiática quedó anclada en la mente de todos: frágil, con un cuerpo de niña eterna, con una vagina pequeña y apretada.

Pero en la vida real… Es completamente falso, por supuesto. La medicina lo demuestra porque describe que la vagina se adapta en longitud, anchura y forma durante las relaciones sexuales, con una profundidad media de 10 cm y una anchura de 5 cm. Se trata de una media que se aplica a todas las mujeres, independientemente de su origen étnico. La vagina es flexible. Siento romper tus fantasías.

3 – La religión prohíbe el sexo

Pues bien, quienes conocen Tailandia saben que no es así. Y si nos fijamos en la inmensa mayoría de los países asiáticos, la mayoría está a favor de las relaciones carnales. Para los seguidores de Confucio, es incluso una necesidad natural aunque sea mejor hacerlo con el objetivo de procrear.

Si se conoce el taoísmo y su «Vía», el apareamiento refleja incluso los principios del universo, regido por el yin yang. Así que estamos lejos de la prohibición sexual. Según el investigador Li Xiaofan, del Instituto de Estudios Religiosos de la Universidad de Sichuan, «la diferencia fundamental entre el taoísmo y las religiones judeocristianas es el lugar que ocupan los dos sexos. En el judeocristianismo, la mujer carga con el pecado original. En el taoísmo, los dos sexos equilibran el universo. Si te dicen que es para salvar el universo, ¿cómo puedes negarte?

Además, en la sociedad asiática se aboga desde hace siglos por el sexo para mantener una buena salud. No es tabú, se propone y se valora. En el budismo, los placeres carnales se toleran muy bien, siempre que sean respetuosos y bienintencionados. En cuanto al tantrismo, nacido hace 1.500 años, propugna la exploración de los sentidos para alcanzar el despertar total. El acto sexual se considera así una forma de encontrar la armonía.

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